Las últimas semanas de desarrollo con Ruby on Rails en Trabe Soluciones se han dividido a partes iguales entre el desarrollo de una nueva aplicación y la modificación y mejora de otras dos. Trabajar con código antiguo (entiéndase por antiguo: con al menos un mes de vida) es siempre una invitación para la mejora y el refactoring. Es indiscutible que a lo largo de un mes un programador evoluciona de manera tal que todo lo que ha hecho hasta el momento le parece malo (o al menos peor que lo que hace actualmente). Demos paso al refactoring.
Podemos enfocar esta tarea de un modo sistemático y enfermizo, en busca de un código excelso cuya sola contemplación nos haga entrar en una suerte de experiencia mística (perdiendo tiempo y salud mental) o bien podemos dejar que fluya sin más.
Un ejemplo: vamos a simplificar la definición de las típicas acciones index que sólo delegan. Cuando te encuentras por segunda o tercera vez con algo como esto:
1 2 3 4 |
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… decides cambiarlo por algo como …
1 2 3 4 5 6 7 8 9 |
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10 minutos después la aplicación ha perdido peso y todos lo agradecemos (y más ahora que llega el verano y la playa).
Parece poca cosa, pero cualquier refactoring, por pequeño que sea, es bueno. El principio de no repetirse no es una idea feliz de un loco cualquiera; es un concepto fundamental en el desarrollo de aplicaciones de calidad, y si aún no lo practicas ya es momento de empezar.
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